jueves, 4 de diciembre de 2008

Editorial

La comunicación por un lado, el arte por el otro. Dos términos tan complejos y diferentes como complementarios. Unidos pueden generar un mundo de sensaciones inigualables en donde a través de la comunicación el arte puede llegar a todas partes en este nuevo mundo de la información.
Hay que comprender que lo que se considera obra de arte es muy amplio. Se puede pensar desde la música, la poesía, la televisión, los libros, la pintura, entre tantas otras cosas. A veces parece impensado que tantas cosas sean una obra de arte, pero realmente lo son.
Para explicar un poco en la relación entre la comunicación y el arte, trabajaremos con libros que luego fueron adaptados al cine, con el objetivo de apreciar la mirada del arte desde la literatura y el cine. En cada emisión de este suplemento cultural intentaremos trazar un paralelismo entre lo escrito y lo audiovisual, trabajando distintas aristas en lo que respecta a la construcción del discurso. Ahondaremos en las diferencias y similitudes, que a nuestro entender, hay entre la palabra y la imagen (cine y literatura) También trataremos un aspecto de la película en particular, y realizaremos una crítica en lo que respecta al autor de la obra audiovisual.
En este caso nos centraremos en la adaptación que realizó en la pantalla grande Stanley Kubrick, basada en la obra literarios "La naranja mecánica" de Anthony Burgess. El film plantea desde su argumento una mirada profunda y crítica sobre la naturaleza humana y el poder mecánico del poder, y los medios de comunicación.




Kubrick y una lucha ideológica

El hecho de hablar de un film como “La Naranja Mecánica”, está de la mano con un proceso que se dio en los años sesenta y setenta, de luchar ideológicamente desde el arte. Stanley Kubrick, director de la película, toma esta corriente y aplica una fuerte ideología que se repite en otros productos cinematográficos, como “EL Resplandor” y varios años más adelante a fines de los ochenta con “Nacido para Matar”.

En un principio, se puede decir que desde el personaje de Alex Delarge, quien vive dentro de una sociedad corrompida y falta de valores, en la que es víctima de los más feroces tratamientos (Método Ludovico) para “recomponerlo” y convertirlo en un ciudadano “normal”. Lo que en realidad sucede es que el violento personaje no logra reinsertarse en la sociedad, es maltratado y excluido.

Además, se hace mención a un contexto de crecimiento económico y consumo que se refleja en ciertas locaciones de la película, como la disquería. Con la aparición de ciertos personajes, Kubrick plantea severas críticas a la forma de vivir en sociedad. En la “Naranja Mecánica”, la mayoría de los personajes son seres superficiales con carencia de visión crítica, seres alienables. Sólo el personaje del sacerdote de la cárcel parece ser un ser que tiene la capacidad de ver la realidad de otra manera, e incluso le advierte a Alex sobre la peligrosidad del “Método Ludovico”. Este personaje se puede comparar con el cocinero de “El Resplandor”, quien a su manera también es quien protege al niño al ser el único conciente de lo que sucedía en el hotel.

Esta carga ideológica se repite en varios films de Kubrick, quien ve el arte como una forma de protesta hacia la sociedad. Esta tendencia, más aún en los sesenta y setenta, también puede ser vista desde la música del movimiento Hippie. Basta con mencionar el festival de Woodstock, con grupos como The Beatles, Creedence Clearwater Revival, The Who o Jimi Hendrix, que tenían como característica la creación de letras que tocaban temáticas como la paz, la no violencia y los derechos del hombre.




Un escritor atemporal

La naranja mecánica entre la infinita cantidad de particularidades que posee, contiene un lenguaje propio, el nadsat, el mismo Anthony Burgess autor de la novela, utiliza a uno de los personajes para definirlo: “Fragmentos de una vieja jerga. Algunas palabras gitanas. Pero la mayoría de las raíces son eslavas. Propaganda. Penetración subliminal" afirma el personaje, que es el doctor de Alex.

Burgess escribió que su libro, leído de forma sistemática, era como "un curso de ruso cuidadosamente programado".

La utilización de un lenguaje propio en la narración de la novela es un detalle por demás importante a la hora de analizar la obra, el autor utilizó este recurso -la creación de una jerga adolescente- para hacer atemporal la obra, ya que de otro modo el paso del tiempo hubiera dejado de manifiesto la epoca en la que fue realizado. De este modo, al crear una forma artificial para narrar el argumento, éste lenguaje actuaría con un efecto antienvejecimiento que permitiría su lectura fluida pese al paso del tiempo.

Es bueno recordar que la obra fue escrita en 1962 y uno al leerla no tiene noción del tiempo, bien podría decirse que fue creada en la década del 60, 70, 80 o 90.

La lectura del libro no es sencillo ya que este lenguaje propio, en un principio dificulta la comprensión y si bien cuenta con un diccionario de sinónimos de cada palabra, se hace tedioso tener que ir al final del libro, donde esta el diccionario, cada vez que no se logra comprender el significado de la palabra.

Esto no se da en la película porque es imposible acompañar la obra con un diccionario que la explique, igualmente hay que aclarar que la película no utiliza todos los términos empleados en el libro.

Por último el film no incluyo el capitulo final de la obra escrita lo cual generó cierta insatisfacción en el escritor que no se mostró muy conforme con la película.

La Influencia de los Medios de Comunicación

El film La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick es una obra de arte que, además de ser una gran producción desde los estético (la utilización de diversos planos, la musicalización y la excelente participación de los actores), muestra un mensaje claro en contra de la manipulación que realizan los medios de comunicación para lograr que la gente haga y sienta lo que ellos desean.

Si cualquiera se pone a pensar en los grandes medios de comunicación y los mensajes que ellos emiten se dará cuenta que hay una gran cantidaded de mentes trabajando en… ¿cómo hacer para que la gente piense esto?, o bien ¿cómo hacer para que se venda más este producto?

En la actualidad el capitalismo llevó a las empresas a buscar estrategias, como la de los mensajes subliminales, para que la población adquiera inconscientemente una sensación de gusto o rechazo hacia una cosa en particular.

Analizando La Naranja Mecánica, o bien La Persona Mecánica, se observa como, en el hospital donde se brinda el tratamiento Ludovico, bombardean con imágenes y sonidos a Alex Delarge. Para lograr que sienta un descontento con eso que ve el protagonista, le inyectan antes de ver las películas una dosis de un remedio que tiene efectos vomitivos. Es así que las imágenes de violencia, violaciones o robos que observa Alex se conjugan con las ganas de devolver debido al medicamento. Las consecuencias son que el protagonista vuelve a la calle y es maltratado, tanto por unos viejos como por sus antiguos amigos y no puede defenderse de modo alguno ya que cuando lo intenta le viene ese malestar que sufrió en el tratamiento. Lo convierten en una máquina que no tiene voluntad propia, no puede decidir por sí mismo.

Esta situación muestra claramente cómo funcionan los medios de comunicación masivos en la actualidad. Tomemos el caso de las películas de acción de Holliwood en donde los terroristas son siempre pertenecientes al Islam, usan túnicas en sus cabellos y presentan una barba alargada. Eso obviamente tiene un mensaje oculto para nada difícil de descifrar. Sin embargo al consumir constantemente ese estilo de film la sociedad norteamericana en su mayoría, pero también la de gran parte del mundo, inconscientemente asocia a las personas de esa cultura con el terrorismo. Esto fue demostrado en nuestro país, específicamente en el programa CQC, que le realizó una encuesta a una serie de personas preguntándole con qué señor no desearía viajar al lado. Obviamente muchos eligieron no compartir el asiento con gente perteneciente al Islam.

A partir de lo visto en la película, y de los múltiples casos de estos tipos de mensajes, se puede analizar como los medios de hoy en día nos llevan a pensar cosas que por ahí nunca se nos hubieran ocurrido. ¿Se imaginan a un desquiciado y maniático como Alex no pudiendo golpear al señor que le hizo besar sus zapatos o no pudiendo tocar los pechos de esa mujer perfecta? Bueno a través del tratamiento Ludovico esos científicos lo lograron.

Lo interesante sería saber todas las cosas que la Tv, el diario, la radio y la internet nos inculcan sin que nos demos cuenta. Todo debe estar precisamente planeado, no debe haber margen de error. Lo que los medios quieren y pretenden es que terminemos como Alex Delarge.

Por suerte gracias a una obra de arte como La Naranja Mecánica se puede comprender un poco más la realidad y lo que los medios nos quieren imponer, sin dejar de disfrutar una historia y un film muy rico e interesante en toda su expresión.




Ensayo sobre La Naranja Mecánica: El Hombre Mecánico

El objeto que se analizará en un sentido comunicacional es el film de Stanley Kubrick “La Naranja Mecánica”, filmado en el año 1971. esta película relata la historia de un grupo de cuatro jóvenes que viven dedicados a la ultra violencia y a vagar sin rumbo. El líder Alex y los otros tres “drugos”, se divierten mientras humillan, golpean, violan y matan a gente sin motivo alguno. Esta obra cinematográfica muestra una clara tendencia crítica, muchas veces desde lo absurdo, hacia la sociedad y el poder político. Es clave entender esto desde una perspectiva de lo que era la sociedad europea del momento y relacionar con diversos marcos teóricos, fundamentalmente con la Teoría Crítica planteada por la Escuela de Frankfurt.
Lo más significativo para explicar de la obra basada en el libro “The Clockwork Orange”(La Naranja Mecánica), del lingüista, autor y compositor inglés Anthony Burguess; publicada en 1962, es el hecho de mostrar como el poder trata de imponer su ideología y hacer ver la realidad como más le conviene. En momentos impresiona la violencia del actuar de los personajes principales, cuando en realidad quizás se quiera hacer notar lo violenta que es la sociedad con sus integrantes. Hay que destacar que el autor de la obra escrita demostró su desaprobación con respecto al traspaso hacia la pantalla gigante, ya que fue basada en la edición norteamericana del libro, a la que le faltaba un capítulo respecto de la británica
Para poder tener un marco amplio de lo que sucede con el film, hay que hacer una descripción de lo que sucedía en Europa entre mediados de los sesenta y fines de los setenta. Era una época en plena guerra fría, donde Europa Occidental se estaba acomodando y creciendo económicamente. Mientras que la Unión Soviética y los aliados comunistas se abocaban a las políticas interiores. Esto parecía mantener un curso estable, hasta alrededor de 1968 donde hizo su reaparición el fenómeno social, político e ideológico llamado terrorismo. Este tipo de acción violenta se encarga de romper o alterar el tejido social, político o económico. Esto se dio más claramente en Italia, Alemania y España a mediados de los setenta, aunque en otros países se notó, pero con menos fuerza.
También se puede mencionar en esta época el apogeo de una nueva elite intelectual que venía trabajando desde hacía años, tratando de construir nuevas corrientes de pensamiento en contra de las ideas sociales y políticas occidentales, entre quienes figuraban Mao, Gramsci, Sartre, Mc Luhan o La Escuela de Frankfurt, que había sido formada en 1929, pero que en ese momento actuaba en Estados Unidos tras escapar del nazismo alemán. El surgimiento de la nueva izquierda, ejemplificada por las luchas revolucionarias en Cuba y China, marcaban tendencias sobre formas diferentes de actuar políticamente. Además este pensamiento era cada vez más común en universidades europeas, donde se formaban pequeños grupos de vanguardias en las distintas ciudades de Europa. Todo esto contrastaba con las ideas de dominio que estaba teniendo Estados Unidos, que por ejemplo en 1969 “supuestamente” hacía llegar el primer hombre a la luna, dando muestras de su calidad de potencia mundial.

Una visión desde la Teoría Crítica

A partir de esta contextualización se puede hacer una interesante articulación entre lo que significó “La Naranja Mecánica” en su contexto de época y las ideas expresadas por la Escuela de Frankfurt en la Teoría Crítica. Para esto será utilizado el texto de Gilda Waldman “Melancolía y utopía”. Una de las reflexiones de esta corriente de pensamiento es la crítica al autoritarismo de la sociedad, y a la industria cultural. Estos intelectuales, principalmente, se paran desde el pensamiento crítico sobre una sociedad donde “la cuestión ha llegado al punto de que la mentira suena como verdad y la verdad como mentira”.
La autora del texto citado a su vez da una referencia un poco más amplia del enfoque ideológico de los “Frankfurtianos”, al decir que este grupo “representaba un grito vigoroso para hacer resurgir lo oculto, para no olvidar lo que yace bajo el peso aplastante de la lógica de la dominación, y para demostrar los vejámenes de una realidad disfrazada de razón”. Esa realidad que se vivía en una Europa, donde convivía Anthony Burguess, quien escribió la obra tomada por Stanley Kubrick, la que se convirtió en un icono del cine, y que seguramente fue inspirada en esa noción de sociedad previamente planteada.
En este sentido se puede comentar que en gran parte del film se muestra como Alex cae preso y es sometido a un tratamiento experimental de “perfeccionamiento de violentos” (el tratamiento Ludovico), en el que se le inyectan drogas y se le muestran imágenes violentas para que esto le cause al protagonista una sensación de repulsión. Incluso se le hace escuchar su música favorita, Ludwing van Beethoven , para también establecer en su mente un rechazo hacia ella. Se utiliza este experimento sobre un humano como una forma de cambiar su mente, además de hacer campaña política con el supuesto progreso que implica establecer esa forma de reincorporar delincuentes a la sociedad. Y que finalmente no les da resultado porque el personaje termina siendo lo que era en un principio.
La obra de Kubrick hace ver como se impone un ideal a seguir y un rechazo a lo que impone el sistema, más específicamente en el contexto de Europa en los sesenta y setenta. Se puede notar también como por ejemplo el joven Alex, al volver a su hogar luego del tratamiento en la cárcel es rechazado por su familia. Una familia tipo, que esta cegada por el sistema, y que se comporta como un grupo de autómatas que piensan en función de su trabajo, el colegio de sus hijos y no se plantean soluciones para los problemas que se presentan, ni son capaces de mirar críticamente lo que pasa a su alrededor.
Se nota como la sociedad le da la espalda al excluido, en este caso Alex a quien incluso sus tres “drugos”, quienes pensaban como él; luego se convierten en policías y rechazan al personaje principal hasta el punto de intentar asesinarlo. En relación con esto hay que decir que es clara la concordancia entre este planteo que parte del film y los pensamientos de la Escuela de Frankfurt, quienes se centraban en rechazar el principio de identidad entre razón y realidad, y en cuestionar como consecuencia, la existencia de una identidad forzada en lo político, la represión y más precisamente en luchar contra la idea de que la “totalidad significa equiparar a lo diferente con el enemigo”.
Es interesante mencionar también, las ideas psicológicas que existían en Europa en las décadas del 60 y 70. Habían tendencias hacia el conductismo, es decir el hecho de tratar de imponer un cambio de la conducta de determinadas personas. Dos de los psicólogos más representativos de la Europa de la época; John B. Watson y B. F. Skinner, quienes argumentaban que “la modificación de la conducta (aprender técnicas de recompensa sistemática y castigo) era la clave para una sociedad ideal”. En la película se critica profundamente este tipo de pensamiento insertado en ciertos intelectuales de ese momento.
Esta técnica conductista es una corriente de pensamiento psicológico que se define como "la aplicación de conocimientos científicos para la elaboración, perfeccionamiento y manejo de técnicas de establecimiento, mantenimiento o eliminación de conductas" . Esta modalidad es criticada por ignorar la conciencia, los sentimientos y los estados de la mente. Además no le asigna un papel a la personalidad, es invasivo, no da lugar a la libertad, a la voluntad ni a la intencionalidad; sin dejar de aclarar que es una técnica mecanicista, ya que concibe lo psicológico como un sistema de respuestas ante estímulos, descuidando el papel del sistema nervioso. Lo más aberrante, y que se relaciona con el método Ludovico utilizado sobre Alex en el film, es el trabajo con animales para luego aplicar las mismas técnicas con los seres humanos. Este trabajo experimental va desde la aplicación de premios y castigos, hasta la utilización de descargas eléctricas y vomitivos.
En este sentido, también se puede encontrar en los intelectuales de Frankfurt, una crítica a estas ideas de aplicación psicológica, (que se encuentran enmarcadas en lo que llaman igualdad represiva) al ser humano para modificar su conducta. Sobre esto los pensadores afirman que “el objetivo de la igualdad represiva era homogeneizar a los hombres, haciéndolos igualmente idénticos, sustituibles y superfluos”.
A partir de estos conceptos recientemente desarrollados se puede decir que la teoría funcionalista que intenta vigilar y manipular a la gente mediante estrategias comunicativas, son totalmente contrarias a lo que se quiere expresar en este trabajo. Están en las antípodas de lo que quiere expresar la teoría crítica es sus concepciones. Como tampoco se puede tomar la teoría del desarrollo, debido a que se centra en analizar a l emisor y relega al receptor, cosa que claramente nos sucede con las teorías que se toman en este trabajo, y mucho menos en las obras de Stanley Kubrick, quien en sus películas muestra una clara tendencia a dejar mensajes que permitan la reflexión y la discusión.

Un pensamiento diferente
En la obra fílmica se observa también lo que Alcira Argumedo en su texto “Los Silencios y las Voces en América Latina” marca como una tendencia histórica , ya que ella plantea cómo los grupos dominantes son los mismo hace siglos, y se basan es discursos y estrategias que pasan por la violencia física y psicológica. Es notable como el poder político en el film adopta todo tipo de estrategias hegemónicas. Hay una ausencia total de mirada crítica sobre lo sucede y se muestra como la misma gente contaminada por los agentes hegemonizadores, excluyen a quienes no pertenecen a ese “ideal de sociedad”.
La sociedad que se describe, es carente una visión amplia de lo que sucede, sólo se tiene en cuenta lo que se trata de imponer desde el gobierno y los medios, no hay una noción de totalidad. Argumedo a esto dice que “la noción de totalidad que utilizamos pretende recuperar una visión comprensiva, abierta y dinámica, que cuestione las interpretaciones parcializadas y permita incluir lo excluido, señalar los silencios”.
En éste contexto, el único pensamiento crítico, o reflexivo que se muestra en el film, es por parte del cura de la cárcel (quizás el único hombre honesto que se encontraba en el entorno del personaje principal), quien expresa su disconformidad con el método Ludovico, ya que según su opinión la bondad no debe ser inducida, sino que debe estar en la esencia de cada uno. Además de ser sacado de la novela, el personaje del sacerdote marca una costumbre del director Stanley Kubrick, quien en otras obras fílmicas inserta ese personaje que marca un contrapunto con la tendencia del film.
Hay dos claros ejemplos que se pueden dar, uno es el personaje del cocinero negro de la obra “El Resplandor”, quien tenía la misma capacidad de ver situaciones paranormales que el niño que protagoniza, este hombre da un marco de contraste entre toda la violencia y maldad expresada durante la historia y es el único que tiene conciencia de lo que en realidad pasa en ese “hotel del terror”. En segunda instancia se puede tomar la película “Nacido para matar”, que relata el arribo de un grupo de jóvenes y recién formados soldados (marines) a Vietnam, para sumarse alas tropas estadounidenses. Dentro de un marco de guerra y con hambre de matar, aparece otro personaje significativo, un soldado apodado “joker” (bromista), quien además de nos entirse identificado con la causa de la guerra, utiliza la inscripción “nacido para matar” en su casco, y la paloma de la paz en el pecho. El joven asegura que conjuga estos dos símbolos totalmente contrastantes, para reflejar la dualidad humana.
Aquí el director inglés daba una clara idea de su manera de pensar y de demostrar que siempre se puede tener una visión diferente en un mundo cegado por la violencia, los vicios y las presiones. Se pone en juego la libertad individual para lograr liberarse de las estrategias alienantes que se implantan. Con respecto a esto, Waldman habla de que: “la Escuela de Frankfurt rescataba la conciencia de la propia individualidad como último refugio t última fuerza liberadora al empuje incontenible de la igualdad represiva”. Al pensar en estas palabras es difícil no relacionar esta manera de pensar con las vivencias que tiene el personaje de Alex en “La Naranja Mecánica”, un joven rebelde que vive su vida al límite y viola normas de manera casi grotesca, pero en realidad muestra lo violenta que es la sociedad. También se puede pensar que esta imagen violenta de Alex puede llegar a reflejar el icono de lo que en Europa de los sesenta y setenta, representaban las vanguardias intelectuales, o los que pensaban la política de manera diferentes y que en algunos casos se los relacionaba con el terrorismo y se los perseguía, como también sucede con el personaje del film.
Toda esta realidad que se vive en el film es planteada desde una mirada que a veces se muestra humorística y libre de tapujos a la hora de tocar temas de índole sexual, algo muy cuestionado en la época en que la película fue estrenado. Es importante tener en cuenta que “La Naranja Mecánica”, se estrenó con escenas censuradas en Australia, Argentina, Chile, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, México, Holanda, Noruega, Suecia y Japón; originalmente estuvo clasificado como X en Inglaterra (hasta 1999), además de estar prohibida actualmente en Corea del Sur y Singapur.
Hay que destacar que el escritor de la obra, hizo un juego de palabras con el título en inglés, ya que orange que significa naranja, también es parecido a ourang; palabra de Malasia (donde Burguess vivió durante años), que significa hombre. Esto aludiría a “EL Hombre Mecánico”, lo que plantea a las claras lo que el concepto de sociedad automatizada que estaba y está establecido en gran parte del mundo. Aquí entra en juego no sólo la dominación ideológica del hombre, sino también la exclusión de quien no se adapta a ese sistema dominante. Sobre esto, Gilda Waldman comenta que “la Teoría Crítica se solidariza con el hombre desesperado en su impotencia, con todo hombre que se resistiera a la adaptación, con todos los hombres “que han quedado al margen, los enfermos, los perseguidos, los condenados, los proscritos””.

El hombre dominado
Para tener un panorama bien claro de lo que “La Naranja Mecánica” expresa (o trata de expresar), es importante tener en cuenta cómo una sociedad democrática, libre, sin tapujos, e realidad oculta muchas cosas, obvia otras, y principalmente impone esa idea de masa que es guiada por sus líderes y que se comportan como casi robots. Esto puede verse desde la lectura de Raymond Williams, ya que se nota como en la sociedad mostrada en la obra cinematográfica de Kubrick, hay un claro poder hegemónico que se establece y mantiene un orden determinado.
El autor dice que “la hegemonía constituye todo un cuerpo de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida: nuestros sentidos y dosis de energía, las percepciones definidas que tenemos de nosotros mismos y de nuestro mundo”. Este concepto es contrastante con la forma en que es poder hegemonizador actúa en el film, donde actúa más que nada una situación casi de dominio, donde los integrantes de la sociedad se comportan como entes carentes de pensamientos y proyectos que tiendan a su crecimiento en lo social. Un dominio que “se expresa en formas directamente políticas y en tiempos de crisis por medio de una coerción directa o efectiva” según la definición de Gramsci.
Por otro lado, conviene analizar el concepto de matrices de pensamiento que elabora Argumedo, que afirma: “La definición de matrices de pensamiento nos permite detectar las líneas de continuidad o ruptura de los valores, conceptos, enunciados y propuestas pertenecientes a las principales corrientes ideológicas en las ciencias sociales y en el debate político de nuestro tiempo” . Partiendo de esta concepción, hay que tener claro que tanto en la sociedad europea de la década del sesenta y setenta, como en “La Naranja Mecánica”, se muestra una matriz que iba de la mano con lo que era la apertura de una sociedad de consumo, luchando por imponer el liberalismo económico (recordemos que en esa época estaba plena la guerra fría), y una sociedad dominada por entes hegemónicos.
A colación con esto, la escritora habla de las llamadas Revoluciones Democráticas, que establecieron un modelo de una supuesta libertad e igualdad pero que convivía con la opresión y el silenciamiento de verdades. Dice también que “no casualmente las vertientes de origen liberal son las que más enfatizan la parcialización en el análisis de los problemas históricos, políticos y sociales” . Estos modelos, contaminados por las tendencias capitalistas, forman al ser humano como un ser consumista, como un ente que vive para serle útil al sistema y quienes no lo son excluidos. En este caso, Alex es una clara víctima del contexto en el que vive y es utilizado como rata de laboratorio para establecer el llamado método Ludovico, con el que le cambiarían a la fuerza su forma de comportarse.
Otro aspecto clave es ver el contexto que Kubrick le da a la sociedad que se refleja en la película, donde se muestra en momentos la importancia de los medios, principalmente escritos, y la importancia que se le da al consumo, se muestran empresarios consumiendo en el bar de leches Moloko, donde se venden productos lácteos mezclados con drogas, o también se muestra una disquería y librería muy grande y psicodélica que ofrece todo tipo de productos. Se puede ver el paralelismo con lo que era Europa occidental en los sesenta y setenta, donde se mostraba un crecimiento económico que tapaba las profundas problemáticas, más precisamente políticas que existían.
Es un ambiente en el que la gente es dominada ideológica y económicamente, en muchos casos por medio de un marcado autoritarismo, y basándose en los medios de comunicación para sustentar las políticas impuestas. Se ejemplifica en la película claramente, en el momento en que Alex es sometido al método Ludovico y los diarios dan su opinión a favor de esto, cuando en realidad se trata de un sistema aberrante que tortura al ser humano y lo transforma en un ente sin capacidad de pensar libremente. Los fundamental es ver, no sólo lo que se dice, sino lo que se calla, eso que la gente no conoce y no los deja tener una visión del mundo lo más cercano a lo real.
Por otra parte, otro aspecto analizable desde el lugar de la comunicación, es el hecho de que los protagonistas hablan de una manera extraña. En su vocabulario utilizan palabras de una jerga juvenil inventada por Burguess, llamado Nadsat, que mezcla términos rusos en las palabras. Por ejemplo, tolchoco que significa golpe; videar que es un sinónimo de ver y drugo que quiere decir amigo. Esto tiene que ver también con que el film, y por ende la novela, plantean una visión futurística del mundo, un mundo corrupto, marcado por la presencia de la violencia sin límites, las drogas, el alcohol; el cuál se trata de mostrar desde una perspectiva atemporal por medio del vocabulario poco común que no se identifica con una época determinada.

“La Naranja Mecánica ” no estaba sola
En cuanto a lo artístico dentro del contexto de época del film, “La Naranja Mecánica” significa, se puede ver el surgimiento de diferentes corrientes, por ejemplo la extensión del fanatismo de “The Beatles” alrededor del mundo, o la ascendencia ve vanguardias relacionadas con el hippismo y las fiestas de este estilo; como el conocido festival de Woodstock.
En cuanto a la banda de Liverpool The Beatles, se puede decir que revolucionó la forma de hacer música y que mostraba un gran contenido simbólico en sus letras. Este grupo inglés estuvo integrado por John Lennon, un músico que fue ícono de la lucha por la paz y por el cambio del mundo, y que compuso himnos del hippismo como “Imagine”. En cuanto a la corriente Hippie, hay que decir que es un movimiento nacido en los 60 en Estados Unidos y que se extendió por el mundo (en Europa se dio principalmente en Holanda y en España). Este movimiento planteaba ideas de contracultura, amor y paz, consideraban ilegítimo el paternalismo gubernamental, el militarismo y las empresas multinacionales. The Beatles fue una de las bandas más identificadas con esta forma de pensar.
En cuanto a esto, también hay que destacar que la cultura hippie, durante su apogeo a fines de los años 60, denostaba la guerra de Vietnam, cosa que coincide con el pensamiento de Stanley Kubrick, quien refleja este proceso de guerra en “Nacido para matar”. Además esta corriente que buscaba una forma diferente de vida, tenía puntos de encuentro relacionados con lo artístico permanentemente. Uno de esos puntos fue el mítico festival de Woodstock, el encuentro de rock más grande de la historia, y donde asistieron alrededor de un millón de personas en alrededor de una semana. Entre las personalidades más destacadas que tocaron en este festival realizado en los Estados Unidos en 1969, figuraban Creedence Clearwater Revival, Jimi Hendrix, The Who, entre otros. Este festival se repitió en 1979, 1989, 1994 y 1999, pero el más impresionante fue el primero de 1969.
Todos estos procesos culturales, y otros que no son mencionados, tendientes a una resistencia ideológica, a una critica hacia lo establecido, hacen ver que la obra “La Naranja Mecánica” no era un elemento aislado. Esta tendencia a luchar por medio del arte, a usar tanto el cine, como la música u otros ámbitos artísticos, como medios donde se cuestionan los modelos socioeconómicos establecidos, estaba implantada en la época relatada. Además esta tendencia no quedó en esos años, sino que mostró una continuidad en el tiempo.
Por último, y con todo lo expuesto anteriormente, sería pertinente preguntarse que es lo que motiva el hecho de tratar de manejar a una sociedad cueste lo que cueste. En el relato audiovisual de Kubrick, deja el interrogante de, ¿hasta que punto se puede sacrificar la capacidad de la libertad individual, la capacidad de una persona de decidir su futuro, es pos del beneficio del poder?. Se muestra claramente la tendencia del poder de coartar el derecho de actuar libremente del ser humano, se ve como los derechos de un hombre terminan en la conveniencia de los núcleos de poder.



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